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Dr. Francisco Le Dantec Q.E.P.D.

En este mes de noviembre de 2018 se nos ha ido el Dr. Francisco Le Dantec Gallardo, titulado de nuestro programa de Doctorado en Estudios Americanos en 2007  y profesor del Magíster en Política Exterior, así como colaborador permanente de las actividades del Doctorado en Estudios Americanos y el Magister en Estudios Internacionales donde participó de jornadas, congresos y exámenes de tesis.

Se nos va un amigo entrañable, cuya segunda virtud era propiciar y abrirse a los estudios de seguridad, tanto en temáticas de seguridad ampliada y cooperación como en escuchar, como él decía, a otros más jóvenes de él. Quedo patente así su ánimo de integrar al ambiente civil a los estudios de defensa como en propiciar la llegada de nuevos investigadores. Caótico, alegre y siempre positivo, su ánimo no decayó casi nunca hasta su último momento. Hablaba oportuna e importunamente del Instituto, de los profesionales y académicos, de Olga Ulianova, en fin de esta casa que para él fue muy relevante. La tranquilidad fue un sello de su personalidad que trasmitió a su hijo  del mismo nombre, y quien recibiera de modo cordial junto a su hermano, también doctor por esta misma casa de estudios, Cristián Le Dantec, los saludos de parte de nuestro Instituto en su funeral.

Francisco Le Dantec Gallardo no parecía destinado a la carrera de las armas, sino más bien al ambiente bohemio y cultural de su padre, del mismo nombre, director de El Mercurio de Valparaíso, Premio Nacional de Periodismo en 1963. Estudió  en la Scuola Italiana y el Liceo Eduardo de la Barra en el puerto. Su amor entrañable al mar hizo que cursara en la Escuela Naval y luego en la Academia Politécnica Naval.

Fue oficial de Marina en 1962, profesor militar en 1965, Ingeniero en Armas, mención Torpedos, Guerra Antisubmarina y  Minaje (1971),   Oficial de Estado Mayor (1978) y  Profesor de Academia, mención Estrategia (1986).

De su vida profesional destaca que fue el comandante de la torpedera Quidora en el Estrecho del Canal de Beagle el 78, primera línea de combate de una eventual guerra. Sin embargo, no tuvo animosidad alguna y siempre entendió (como lo dejó reflejado en su tesis de doctorado) que chilenos y argentinos estaban llamados a la hermandad, tanto es así que se abrazó con su contraparte naval argentina décadas después, contento de no haber sido parte de un conflicto.

Francisco -o Pancho para sus amigos- tuvo vocación intelectual y del derrotero de profesor militar de Estrategia saltó al Magíster en Ciencias Navales y Marítimas, mención Estrategia, Academia de Guerra Naval (1991) y al Magíster en Ciencia Política, mención Teoría Política, Universidad de Chile (1989).

Ejerció largos años la docencia después de su retiro en la Academia Nacional de Estudios Estratégicos y Políticos (ANEPE). Ingreso a esa institución en 1991 luego de jubilarse de la Armada. En la Academia fue tuvo diferentes puestos administrativos, al tiempo que ejercía por horas en universidades en ramos como teoría política –su gran pasión- en la Escuela de Grumetes, Escuela Naval,  en la UMCE, Instituto Luis Galdames, Universidad de Chile, y la Universidad de Aconcagua. En ANEPE fue jefe de investigación entre 2002-2007 y en ese contexto participó de las actividades con el Instituto de Estudios Avanzados. Fue un colaborador persistente y entusiasta, que por derrotero natural postuló al Doctorado en Estudios Americanos. Fue, así lo decía con mucha gracia, “un alumno viejo con espíritu joven”, y le dijo a un colega más joven, “apúrate, para no iniciar la carrera académica muy tarde igual que yo”. Sentido del humor muy suyo.

Ese trato llano, informal, y desinstitucionalizado fue el sello de sus muchas jornadas de estudio y actos académicos. Se caracterizó por su gran generosidad, por alegrarse de que hubiera mujeres en los estudios de defensa, y por promover estudios y aspectos de cooperación en estudios de seguridad internacional.

Su pasión por la docencia también se volcó a la tesis, los que hacía con mucha dedicación a lo largo de los años. Los tesistas eran para él su constante preocupación hasta el último instante en que no pudo participar muy a su pesar del examen de su alumna paraguaya, la diplomática Kuni Hasimoto, ya pro estar en su fase final de enfermedad. No hubo examen de grado, en licenciatura, magister o doctorado al que se negara a ir, su buena voluntad –“dime a que conferencia ir y voy”, decía-, los plazos acotados, se avenían con su forma aparentemente caótica. De la estrategia, y los temas de defensa pasó lentamente a las problemáticas de la política exterior y a la integración en los que laboró desde su ingreso al Doctorado en Estudios Americanos.

Su especialización en temas de cooperación y estratégicos fueron el incentivo para que la directora Dra. Olga Ulianova le convocara, con un acotado número de horas, a tener su tercera casa por aprobación del claustro. En ese periodo que publicó La Comunidad de Defensa en Chile (ANEPE, 2002) y luego su tesis doctoral convertida en libro ¿Cooperación o conflicto?: relación argentino chilena (Foro Ediciones, 2008).

Nuevamente un foco de su actividad fue, participar de un proyecto Anillos que dirigían César Ross y Sergio González Miranda, hacer cursos, y dirigir tesis de Magíster. La primera de ellas, en la USACH, fue la de Ximena López Pinochet, intitulada “Cooperación Regional en el ámbito tecnológico militar: Integración estratégica Brasil Chile 2000-2006” en 2008. En 2011, la Subsecretaría de Defensa del Ministerio de Defensa Nacional le encargó la investigación “Fortalecimiento de la confianza bilateral como factor de superación de conflictos: Caso Chile-Argentina” (2011). En el Magíster de Política Exterior fue profesor y director de varias tesis.

Finalmente, Francisco Le Dantec fue, como dijo el colega César Ross “un importante y discreto artífice de una pausada y creciente conversaciones entre los uniformados y los detractores de la Dictadura en el marco de IDEA y sus Programas. Aquí se articuló una intersección entre estos dos mundos, que ha contribuido, algún día sabremos cuánto, a  reencontrar personas valiosas que se habían ubicado en veredas opuestas por largo tiempo. Esas generaciones, que todos nosotros integramos, hoy más viejas, y espero más sabias, tuvieron en Pancho Le Dantec a un interlocutor documentado, agudo y respetuoso”.

 

Dr. Cristián Garay Vera

Profesor Titular

Instituto de Estudios Avanzados

Universidad de Santiago de Chile